martes, 19 de abril de 2011

miércoles, 26 de enero de 2011

Valórate.


“No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”

La verdad es que le daba un poco de rabia imaginarse que en el mundo existían millones de personas con problemas muchísimo más complicados de los que le rodeaban a ella ahora mismo, pero…se refugia en la complicación del momento y se siente menos culpable.

Ella cree que todo sucede por algún motivo, cree en el destino, ese Gran Temido, el Destino. Productor de nervios, de ansiedades, de sorpresas, de náuseas, de curiosidad…Y por eso no se enfrenta a todo lo que se le opone, porque cree, que tiene que ser así.

Se siente sola. “ tu país son tus amigos, y eso si se extraña” ella dice sentirse en tierra de nadie desde hace mucho tiempo y siente la necesidad de contárselo a alguien. Se le vienen a la cabeza muchos nombres “oh, podría contárselo a este…quizás mejor a este otro… pensándolo mejor…”es entonces cuando se da cuenta de la realidad.

Menuda mierda.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Alicia I


Se retorcía en su cama por el dolor en cada contracción. Ella pensaba que lo mejor que le podía ocurrir en ese momento era que el sabor del whisky recorriese sus papilas gustativas de principio a fin como solía hacerlo tiempo atrás. La sensación de vacío y libertad que le producía estar bajo el estado de ebriedad era tal, que por un momento pensaba estar olvidada y quizás muerta.

Pero ahora tendría una nueva responsabilidad. “Hijo de puta” pensaba cada vez que recordaba vagamente la cara de aquel hombre con el que tan bien lo pasó aquella noche y lo mucho que la estaba haciendo sufrir por no haber dicho que no a sus proposiciones nocturnas. Ella le echaba la culpa al alcohol, sus padres antes de cerrarle la puerta en las narices se la echaban a su forma de comportarse con el mundo. No concebían como una mujer de 27 años como ella siguiese con un ritmo de vida tan poco productivo y autodestructivo. “Esto me duele más a mí” le dijo su padre antes de negarle ayuda a su única hija.

Ahora, se encuentra más sola que nunca. Ella no deseaba ese final, pero fue la única solución que encontró viable. Todos le habían negado su ayuda.

Fue entonces, cuando aún con la cara empapada en sus propias lágrimas se acercó a la ventana que daba al inmenso patio de luces y le vio la espalda. Se quedó fascinada y sus ojos comportándose esta vez como seres autónomos la obligaban a observar como aquella persona se secaba con tanta delicadeza su cuerpo, dejando a la vista hermosas partes de su anatomía a las que antes ella no había prestado atención y en ese mismo instante se estaba dando cuenta de la sensación tan complaciente que le provocaban. La chica de la toalla, que así la bautizó, se giró y por un momento sus miradas se cruzaron, el tiempo que tardó Alicia en fingir que estaba colocando las cortinas de su cuarto y el que aquella hermosa mujer, a la que ahora le vio la cara, bajó provocando un estruendo la pequeñísima persiana gris, quizás producto de la polución de las ciudades grandes, de aquel minúsculo cuarto de baño.

Esa noche, Alicia no durmió. Por su cabeza no dejaban de pasar recuerdos de esas últimas semanas. Ansiaba la sensación de vacío que buscaba con su botella de ron barato, el sabor de un cigarrillo recién encendido en sus labios y las pequeñas quemaduras de sus dedos que ella misma se hacía cuando ya no veía bien ni sus propias manos…también pensaba en lo que había ocurrido aquella tarde, y volvía a pensar “hijo de puta” pero…otra vez hablando consigo misma se justificaba ya que no había encontrado otra solución; finalmente, apareció en su mente aquella espalda tan perfecta que le recordaba a las esculturas griegas que estudiaba con tanta curiosidad cuando era una adolescente...recordaba como aquella chica arrastraba la toalla por sus brazos haciendo desaparecer todas las gotas de agua de su cuerpo, pareciendo que se despedía de todas ellas con amor…cerraba los ojos y se peinaba el pelo húmedo y después se acercó al espejo para retirar todo el vaho producido por el calor de aquella ducha de invierno…Alicia calló rendida ante esos encantos y ante su propia reacción de sorpresa, pero finalmente, con las luces del alba, cuando el mundo abría sus ojos, ella cerraba los suyos.

miércoles, 21 de julio de 2010

Camaleón


En el mar el tiempo pasa mil veces más lento.

Tiene la capacidad de absorción de tu mirada y te deja boquiabierto cuando ves que el sol se derrite en su espalda.

Marrones, rojos, púrpuras, amarillos chillones…da igual, todos pasan ante ti en cuestión de minutos y te dejas llevar…y llega la noche y aparece ella, plateada y serena, menguante, creciente, nueva, llena, gibosa…y te quedas mirándola y viendo como cae semejando una lágrima en el gran cielo color ópalo.

Te paras a pensar y piensas.

Llegué a la conclusión de que esto es muy grande, muy muy muy grande, y que todo puede aparentar nublado muchas veces, que pensamos que se nos va la vida en una calada o que llorarán por nosotros el día de nuestro entierro.

Nos preocupamos de qué diran, cuando lo que nos tiene que importar es el qué digo yo.

Perdemos el tiempo con alguien que lo está perdiendo con otra persona y pensamos que nadie querrá perderlo a nuestro lado, pero algo nos dice en el fondo que no es así y nos cuesta entenderlo, pero lo intentamos.

Nos montamos en el barco al fin y navegamos sin rumbo fijo, con los cabos sueltos, el ancla amarrada y la vela al ritmo del viento.

No contemos nuestras pulsaciones, no midamos nuestros límites, no miremos al suelo cuando algo nos de miedo, plantémosle cara a todo aquello que mida más que nosotros, seamos felices y comamos perdices o pipas peladas, bailemos bajo la lluvia y contemos nuestra vida en sesentaycinco palabras, don’t worry be happy, La balse des monstres, no tenía donde poner los pies y qué coño!

No nos agobiemos, si no nos merecen, no los merecemos, obcecarse y equivocarse está bien en su medida justa, correr y caerse también y ensuciar la ropa cuando juguemos con barro es lo normal, pero que no se nos vaya la vida en una herida, en una mancha o en un No.

sábado, 12 de junio de 2010

Desmayarse, por Lope de Vega


Te sientes en tierra de nadie.

Te atreves a decir que esto, aquello y lo otro forman parte de tu vida.

Quieres pensar que lo que sientes solo es pasajero, lo normal en una chica como tú, con un alma Enorme.

Te preocupas, lloras, te alteras, desesperas, chillas en silencio, estudias, sales, paseas, caminas… todo para deshacerte del mundanal ruido que te atormenta la mente y te paraliza los sentidos haciéndote presa de aquello que tu quieres olvidar solo por el hecho de que te hace daño, y en el intento te das cuenta de que no eres capaz ergo sigues preocupada, llorosa, alterada, desesperada, vuelves a chillar cuando el mundo menos escucha, sigues estudiando, caminando y paseando, pero sigues recordando.

Te intenté llevar por un camino forzado al que tu siempre me negabas la mano, y no lo entendía, hasta que un día me di cuenta y te dije palabras enlazadas uniendo frases y finalmente realizando lo que vulgarmente llamamos discursito.

Y me asentías con los ojos mientras se consumía la nicotina en mi pulmón.

Y me di cuenta de nuevo, y pensé que a veces vamos contra nosotros mismo haciéndonos más daño del que queríamos evitar en un principio. Es contra natura, como ir vestido de bufanda en la playa.

Te grito a veces y lo odio, te venero en su estado más fuerte, te adoro en potencia y te quiero en realidad

Eres preciosa.

sábado, 22 de mayo de 2010

María,Je dois dire...

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

J’ai peur

miércoles, 12 de mayo de 2010

Mariposa


Ven conmigo

Agárrame de la mano

Para

Espera

Vamos, corre

Te llevaré al infinito

Frena unos segundos

Sigue

Sigue

Sigue

Más fuerte

Venga

Vamos

Por ahí no

Ten cuidado Mariposa

Te perderás

Pinchame

Duele

Sangras

Grita

Llora

Corre

Te doy mi mano

Agárrala

Te llevaré lejos del infinito

No vengas conmigo

No puedo llevarte.